El futuro de la divulgación

Si has estado al tanto en mis perfiles de diferentes redes sociales y has leído mi artículo sobre la crisis de redacción SEO, sabrás que estaba en un proceso de crisis laboral y me planteaba qué hacer con mi futuro profesional y en proyectos. Hoy, llego a una conclusión.
En medio de esta crisis ha salido GPT4, y ha despertado en mí una segunda oleada de desesperación (algo parecido a soñar dentro de un sueño… ¿Has visto la peli Origen?): una crisis de identidad, que me ha llevado a una reflexión con una conclusión final: pronto llegará el final de la divulgación científica, al menos a un nivel práctico. Te explico.
¿Qué hace un divulgador?
Para que partamos del mismo punto, definámoslo. Un divulgador es alguien que estudia una área de conocimiento que tiene un mínimo de complejidad y que no está al alcance de la mayoría, y se encarga de (cuando lo hace bien) divulgar la información más valiosa que conoce de esa disciplina de manera amena y consiguiendo que todo el mundo aprenda cosas interesantes o útiles.
Yo me considero un divulgador, sí, al menos sobre el tema de etología canina y felina… (recuerda: he sido especialista en ello y tengo varios libros, algunos sin publicar).
El tema es… ¿para qué escribo? Si me lo pregunto, lo que me viene a la cabeza son dos cosas:
- Me encanta escribir
- Quiero ser útil a los demás
El "para qué" de escribir sobre animales en concreto es más profundo: mi principal causa era terminar con la ignorancia que lleva al maltrato de animales. Escribía con una causa en mente muy clara… y lo que pierde interés es el sistema que se utiliza para conseguirlo, sobre todo a largo plazo: la divulgación humana.
Sabiendo esto, súmale también que mi corazón ya no bombea como antes con este tema (ya no me llena, ya no me gusta tanto, más adelante te explico por qué). Ni siento que conecte tanto con el mundillo.
Para entenderlo mejor... sí, lo siento... tengo que hablarte sobre inteligencia artificial.

El avance exponencial de la IA
Tengo la "suerte" de ser una de esas personas a las que le molan mucho la tecnología y están al día de todo lo nuevo. El último grito es la inteligencia artificial, pero me estoy dando cuenta de que no es algo "normal", no se trata de una simple herramienta que estará ahí, como Photoshop, sino que esta vez es algo mucho más grande. Revolucionario.
He leído mucho sobre el tema, pero en el blog Wait But Why, mi querido Tim Urban explica, de manera sublime, cómo la evolución de la tecnología (y concretamente la IA) nos va a golpear en la cara durante los próximos años. Si no sabes inglés, le pides a ChatGPT que te lo traduzca y ya está.
Básicamente, lo que vaticinaron, y que está cada día más cerca, es que la IA es la tecnología que provocará una especie de revolución industrial (aunque yo creo que será algo que irá más allá).
Pronto, tendremos inteligencias artificiales que, aunque al principio servirán como apoyo, pronto superarán al ser humano en capacidad. Y quien dice "pronto", dice YA.
Por lo que he podido experimentar con GPT3, GPT3.5 y GPT4… ese futuro es más que probable. Aunque estos modelos de lenguaje natural trabajan con textos "probables" y
a menudo mediocres (sé cómo funciona), lo cierto es que empiezan a dar resultados muy buenos, a veces incluso mejores que lo que podrías encontrar por internet o incluso preguntándole a un experto.
Puede ser que ahora mismo la información que la IA aporta puede llegar a ser falsa, pero, como todo, hay que ser capaz de mirar más allá del presente y pensar en las posibilidades que esta tecnología puede suponer. Yo, al menos, lo veo muy claro.
El tema es que mi misión como divulgador pronto dejará de tener sentido, y por eso me estoy bajando del carro. No me gusta perder tiempo ni esfuerzos.

La IA como "divulgadora"
El tema es, recordemos, ¿qué hace un divulgador?, pues leer mucho, interiorizar y traspasarle esta información a la gente. ¿Qué será capaz de hacer una IA?, pues, por la tendencia de evolución exponencial... más pronto que tarde, será capaz de tragarse todos los libros habidos y por haber y podrá darte la información que le pidas, EN SEGUNDOS, y mucho más que no podemos ni imaginarnos.
Teniendo en cuenta que la gente normal se queda con solo un 10-20 % de lo que lee en un libro… ya ves... en fin: la IA será irrefrenable e insuperable.
Así, siendo honesto conmigo mismo, creo que toca reconocerlo y ceder la silla: la IA acabará siendo mejor cumpliendo la misión de divulgación. Lo mejor no es solo que vaya a tener esa capacidad de tragar y escupir información (de calidad, se sobreentiende, una vez esté bien perfilada), sino que todo el mundo la va a utilizar y le preguntarán lo que quieran, cuando quieran y recibirán la información cómo más les interese. Como si quieren que le expliquen cómo funciona el aparato digestivo del perro con un chiste sobre Jaimito, la IA será su pequeño bufón.

El final de un camino y el principio de otro
De alguna manera, siento que mi parte en este camino por mejorar un poquito el mundo animal con mi escritura (más allá de lo que pueda hacer para clientes, en exclusiva) se acaba aquí.
Dado que mis proyectos de divulgación son siempre con vistas al largo plazo, es justo empezar a retirarse para darle paso a la IA. Si alguna vez puedo ayudar a mejorarla o a acelerar este proceso en el ámbito de la divulgación sobre bienestar animal, lo haré encantado, porque sigue formando parte del futuro que quiero. Además, seguiré aportando mucho en proyectos sobre animales.
Por tanto, sí, creo que es sabio y adecuado dejar la divulgación con mis libros y blogs personales. Por mucho toque personal que pueda aportar con mis libros, y por mucha conexión personal que tenga con los lectores, creo que eso es poco interesante, poco práctico.
Soy un divulgador, no un influencer, y yo estaba aquí en primer lugar para aportar valor, no para entretener o hacer reír (de hecho, el cachondeo a menudo es más que nada una herramienta para hacer más amena la lectura).
Además, dejando a un lado el tema de la IA, te reconozco que aunque adoro a los animales y nunca los dejaré de querer y apoyarlos a mi manera, también he llegado a un tope, tengo el tema bastante quemado.
Factores que también influyen
No es por ir de sobrado, pero a nivel personal llevaba ya un tiempo sintiendo que había tocado techo, y ya empezaba a aburrirme. Con mi trabajo como redactor freelance, he descubierto que me gusta más aprender sobre muchas cosas y mejorar en todas ellas (ampliando así mis herramientas) que solo especializarme en una cosa. Esto de la hiperespecialización suena bien, pero no funciona en un mundo tan cambiante.
También influye el hecho de que lleve varios años sin mascotas (temas de alergia grave en mi familia y falta del tiempo que se merecen estos animales), lo cual me genera un poco de síndrome del impostor. Y quiero reconocer también que cada vez me siento más desconectado de la comunidad animalista, que en general está muy mal informada y tienen una actitud bastante tóxica. Hablo más de las organizaciones e instituciones que de los cuidadores, para que quede todo claro.
Eso sí, cuando doy consejos personalizados, siempre me ponen excusas (la culpa la suele tener el cuidador) y me preguntan muchas chorradas, cosas que solo se pueden saber si miras el caso con lupa o temas veterinarios ¡señora, déjeme, que no soy veterinario, joder!, y lo mejor es que nadie te agradece nada, ni pretenden pagarte por ello.
El mundo del cuidado animal es uno de los más duros que existen, no solo por la complejidad que supone entender a otra especie distinta a la nuestra, sino porque está muy subestimado. Ojalá la gente algún día se dé cuenta del valor que aportamos.
Como sea, todo esto un día (que está más cerca de lo que pensamos) la IA será capaz de resolverlo, de manera personalizada y al momento, incluso con medidas de prevención, conociendo tu caso ya de antes, tal vez con miles de horas de observación de tu perro en específico.
Siendo prácticos, ni es el camino que debo ni quiero seguir, así que hay que cambiar y adaptarse.

Y ahora, ¿qué hago yo?
Teniendo en cuenta que el futuro estará estrechamente relacionado con la IA, me he lanzado de cabeza a trastear y aprender todo lo que puedo de esta tecnología. Pretendo explotar al máximo mi curiosidad y mi perfil híbrido para sacarle todo el partido, cosa de la que soy muy capaz.
En realidad, he empezado ya una comunidad en Telegram con el objetivo de compartir y aprender entre todos sobre inteligencia artificial. La he bautizado como IAmarada. Desde la humildad de que NO SABEMOS NADA, aprendemos entre todos. Compartimos noticias, debatimos, hacemos memes sobre la IA, etc. Súmate si te interesa, hay muy buen rollo y cada día se mete más gente.
Estoy seguro de que nos espera un futuro muy interesante
Quizás hoy sea un redactor SEO con mucha experiencia, pero no me encasillaré y haré honor a esa proactividad que tanto valoran mis clientes.
Quién sabe si en un futuro se requerirán de verdad "prompt engineers" o curadores de contenido de IA o personas que creen estrategias de marketing con IA. Me formaré en todo lo que pueda para obtener esas capacidades y ese punto de vista más "panorámico" (en eso estoy).
...y cuando llegue la AGI...
Todo esto tendrá sentido seguramente hasta el momento en el que la tecnología sobrepase esa capacidad humana para planificar… hasta que llegue el punto en el que no podamos trabajar de ninguna manera, momento que llegará (espero que en mi generación), y entonces, espero, haremos lo que nos dé la gana con nuestro tiempo libre. Haremos lo que sea que dé sentido a nuestras vidas, pero ya no por dinero. Quizás siga curioseando, y escribiendo por aquí, pero ya no será con la presión económica soplándome en la oreja.
Dicho todo esto, ¿qué hará un redactor retirado? Obviamente, escribir. Porque le llena. Igual que un artesano o un artista, que seguirá creando y pintando por placer. Pues eso: que no dejaré de escribir. Si has leído mi artículo sobre el ikigai (un concepto muy interesante) y has visto mi ejemplo, ya te imaginarás lo que voy a explicar a continuación.
Pensando en todo esto, y en que realmente (habiéndolo probado en un miniproyecto) veo que tampoco me llena ni me llama escribir solo sobre inteligencia artificial, he decidido retomar de manera definitiva un proyecto que tenía pausado, pero que podría ser mi proyecto de vida (a menos que algún día se transforme en otra cosa): Teclado en Llamas, para que despegue, tome la dirección que tome.

Un nuevo proyecto
Si me conoces, sabrás que llevo trasteando con proyectos secretos y no tan secretos desde que era un renacuajo. Mi interés por crear blogs siempre ha sido buscar un rincón donde explorar y compartir pensamientos o cosas que aprendo, disfrutando de la escritura en el ordenador (me encanta aporrear teclas, qué se le va a hacer).
He empezado y acabado muchos proyectos que muy poca gente conoce, en Blogger, Wordpress.com, WordPress (el CMS habitual), Ghost, etc. El tema es que Teclado en Llamas es uno de esos proyectos casi secretos, pero tiene algo… especial… que me pide que regrese a él desde hace tiempo, y creo que llega la hora de escuchar esa llamada.
Todo esto se debe a una cosa que he hecho desde que empecé a dedicarme a esto de manera profesional a tiempo completo en 2019 y topé con las primeras comunidades. El impacto para mí fue fuerte, porque ya llevaba 10 años escribiendo en mis cosas, así que tenía un trasfondo que me ayudó a acelerar mi carrera, algo que no todos tienen.
Aunque la mayoría no lo sabe, llevo muchísimos años ayudando en privado y en grupo a otras personas en internet de manera desinteresada y (a veces) anónima para sacar el máximo partido de su talento como redactor y aportar valor al mundo. La mayoría de estas personas eran de países en vías de desarrollo, o con una situación económica delicada, y me siento orgulloso al pensar que he formado parte de este cambio para mejor en sus vidas. Lo mejor, es que estas personas sí que lo valoran y agradecen, y no es para menos, ya que estás dándoles recursos para que conviertan una pasión en un medio de vida, ¿qué tiene más valor que eso?
Con la tontería, me he vuelto un experto en orientar a compañeros redactores para aportar contenido de valor y conseguir mejores clientes. Me sale solo. Si te mando un audio para ayudarte, te hago un pódcast casi sin darme cuenta.
Mis conocimientos de la profesión y de la escritura son bastante buenos, aunque sigo aprendiendo de otros mejores que yo, pero si yo sé 8, puedo enseñar a todos los que sepan 7 o menos, ¿no? Al menos, ahí está la capacidad de divulgar y educar. También, lo cierto es que mi habilidad como redactor estratega e investigador es la que más valoro de todas las que tengo (y mis clientes también parecen valorarla).
Podría explicarte muchas cosas que te pueden ser útiles como redactor, como que he desarrollado un olfato casi infalible para detectar a los clientes tóxicos, o que sé exactamente cómo deben ser los contenidos para atraer y gustar.
¿Qué es Teclado en Llamas?
Teclado en Llamas surgió como un proyecto secreto, donde he ido plasmando algunos de mis aportes a diferentes comunidades de redactores, a falta de tener un soporte donde explicar cosas complejas como cuánto cobrar, cómo evitar los clientes tóxicos o lo más básico sobre cómo buscar trabajo al empezar. Tomémoslo como una especie de repositorio de preguntas frecuentes que resolvía muy a menudo de mis compañeros, y que ahora le paso siempre a mis pequeños neófitos.
La cosa es que ME LLENA ahora el pensar en la posibilidad que supone trabajar en este proyecto. Pensar que puedo ayudar a ayudar más y mejor, y que si lo hago rentable, la gente me ayudará a seguir por este camino. Conseguiré que otras personas lleguen más lejos con su sueño de ganarse la vida escribiendo o creando contenidos, con el objetivo de aportar valor a los demás. Ese me parece un buen objetivo.
Si has estado atento sobre mis motivos para escribir, te darás cuenta de que esa posibilidad de ayudar a otros redactores resuena con mi misión de aportar valor, ya que "ayudo a otros a ayudar más y mejor" y eso hace a este proyecto algo aún más interesante. Por eso, lo tengo decidido: desarrollaré este proyecto y lo convertiré en uno autosustentable y rentable por sí mismo. Sobre todo, haciendo crecer a otros profesionales como yo y aportando mucho valor.
Lo mejor de todo es que, aunque llegue la IA como un elefante en una chatarrería y nos destroce el trabajo actual, no tengo que limitarme a hablar sobre cómo escribir desde un punto de vista tradicional. Puedo seguir centrándome en explorar y seguir orientando a las personas que busquen disfrutar y aportar con la escritura, incluso buscando caminos que lleven a conseguir que la cosa "funcione" y siga siendo un trabajo con futuro, evolucione como evolucione. Si el dinero deja de ser un concepto que nosotros usemos, nos centraremos solo en el placer de escribir, como sea que se haga en el futuro.
En la newsletter que voy a empezar en Teclado en Llamas pienso documentar todo este proceso, mientras creo contenidos de soporte y comparto recursos que puedan resultar interesantes para los redactores de cualquier nivel. Si te interesa, ya sabes, ahí me tendrás.
Todo esto no significa que vaya a dejar de trabajar para mis clientes, al contrario: tener diferentes clientes supone una fuente de conocimiento y de experiencias con un valor infinito, que me nutre y me permitirá ayudar de verdad, basándome en la experiencia de campo y no en la teoría. Me acercará aún más a mi nuevo público objetivo, que dejan de ser mamás de perretes para ser personas trabajadoras que buscan ganarse la vida con su pasión por escribir.