De pequeño maté a una perrita

...y obviamente, me siento muy culpable por ello. Esta es la historia detrás de porqué sueño con divulgar lo máximo posible sobre bienestar en mascotas.

De pequeño maté a una perrita

Ayer por la noche no podía dormir. Mi cerebro se puso en modo analítico y empezó a dar vueltas sobre por qué leches hace tantos años escogí un tema tan complejo y nuevo como la etología (conducta animal) como mi especialidad en redacción. Es una ciencia de la que aún no lo sabemos todo y que hay mucho por explorar.

Pensé... «Sería mucho más sencillo dedicarse a otra cosa más asentada y que diera más dinero... ¿no?»

No tuve que estar mucho rato reflexionando para toparme con una respuesta, que me recordó quién fui y quién soy. Hoy escribo esto para que tú también lo sepas y para que veas lo que hay detrás de mis sueños. Es chulo ver cómo influyen las vivencias en cada uno.

Pero aviso, lo de hoy es delicado...

Vamos al grano. De pequeño maté a una perrita, y no una cualquiera. No es clickbait, aunque suena un pelín fuerte para lo que pasó (fue sin querer, no soy un psicópata). Era una caniche negra a la que quería muchísimo. Se llamaba Pegui y era la perrita de mi abuela.

Mis padres y parientes no me culparon porque tenía 4 o 5 años y, según ellos, «no sabía lo que hacía», pero yo creo que sí. Es algo de lo que me he sentido culpable siempre, y me ha marcado mucho.

En aquel momento, Pegui era ya muy mayor. Tenía unos 11 años.

Jugando con ella (sin que ella quisiera) con la brusquedad típica de un niño pequeño que trata a los perros como si fueran un juguete (lo que mucha gente le llama hacerles perrerías), le dio un ataque al corazón. Puso todo su cuerpo tenso y quedó tumbada de costado, primero tuvo convulsiones y luego exhaló un largo suspiro.

Obviamente, ni me imaginaba que llegaría a pasar eso.

No podía ser... ¡Pegui había muerto! ...y había sido por mi inconsciencia.

Se me heló la sangre. Caí al suelo de la impresión y me quedé mirando fijamente sus ojos sin vida... Chillé y lloré como un energúmeno...

Luego, solo recuerdo a mi padre haciéndole un CPR (el boca a boca). Todo lo demás lo tengo en blanco... Recuerdo también que estuve pidiéndole perdón a todo el mundo durante años (sobre todo a mi abuela) cada vez que lo recordaba.

Por primera vez en mi vida, conocí la crudeza de la muerte.

Esa experiencia me enseñó que nuestras mascotas son mucho más vulnerables de lo que pensamos y hay que tratarlas con más cuidado.

A raíz de ese trauma, con los años empecé a desarrollar una compasión especial por los animales que iba un paso más allá de la conexión que todos sentimos con ellos. No estoy hablando de superpoderes astrales ni nada parecido, hablo de una sensibilidad especial por ellos. Al principio era por el recuerdo de la perrita, pero luego se convirtió en parte de mi carácter.

Esto me dio un punto de vista diferente sobre los animales, que creo que hoy necesito explicar. Es una de las razones por las que me gusta ayudar siempre que puedo a los cuidadores a entender mejor lo que quieren y necesitan sus perros.

También tuve una gatita que se llamaba Nina, que también traté como un juguete y que tuvimos que dar en adopción (la vida en un piso juntada al estrés de soportarme era insostenible). Su final fue más feliz, porque la adoptó un campesino, y hasta tuvo gatitos.

Todo tiene un porqué

Todos nuestros sueños suelen tener un motivo detrás, mucho más poderoso que el dinero, la fama o el poder. Si tuvieras todas tus necesidades básicas bien cubiertas, ¿qué harías? Yo lo tengo claro.

En realidad, si lo piensas, es un agujero que solo se puede tapar con la realización personal. Yo tengo muy claro lo que haría: Lo que hago ahora (ayudar de la mejor manera que sé: escribiendo artículos y libros), pero multiplicado por 10, porque sería más LIBRE.

Eso es lo que estoy intentando conseguir actualmente.

En mi caso, descubrí que estudio y difundo sobre el mundo de los animales porque mi propia ignorancia sobre los perros me llevó al maltrato. No era consciente porque nadie me había enseñado nunca cómo tratar a los animales, ni a mis padres tampoco. Me lo pasaba bien a costa del malestar del animal, sin saberlo.

Había empatía, pero no era siempre consciente de lo que hacía. No entendía el lenguaje del perro y no sabía que los animales me tenían miedo.

Tuve que aprender por las malas que LAS MASCOTAS NO SON JUGUETES, pero no es justo. No tenía por qué morir la que yo consideraba un miembro de mi familia para que eso pasara.

Siento mucho lo que le hice a Pegui, esté donde esté. Ya sé que ahora ya es tarde, pero voy a cambiar las cosas. No solo por ella, sino por todos los perros y gatos que sufren maltratos inconscientes de sus dueños o cuidadores. Intentaré evitar también que esto mismo les pase a otras personas, sin importar su edad o nivel cultural.

Todo esto plantea algo muy interesante que llevo tiempo pensando...

El animal no es el que tiene un problema, sino tú

Igual que dije hace tiempo, cuando me han pedido ayuda, a menudo he visto que el que tiene un problema es el amo, no el perro.

Los perros y gatos son ellos mismos, siempre. Tienen necesidades y formas de ser que se mantienen y se adaptan a lo que viene. Somos nosotros los extraños que pretendemos exigir cosas, a veces muy incoherentes o imposibles. Nos falta un sentido común con los animales, déjame que te dé un ejemplo para que lo veas claro:

¿Tú podrías aguantar 24 horas encerrado en una celda sin quejarte ni llegar a pedir ayuda? Obviamente no... te empezarías a desesperar a la media hora, ¿verdad? En cambio, algunas personas esperan que un perro acepte estar en una celda 24 horas con un bol de comida y otro de agua.

¡Qué aburrido!

Hay necesidades que no sabemos que hay que cubrir, mucho más allá de la comida o el cobijo. Es evidente que no podemos estar encerrados alejados los unos de los otros, ¿no?, pues a los perros les pasa lo mismo. Son cosas como esas las que quiero corregir.

Otro ejemplo sería el de la socialización. También da muchos problemas.

Si cogiéramos a una persona y no le mostrásemos a otro ser humano hasta que es mayor, este desconfiaría e incluso temería a las otras personas. Se han visto casos reales de esto. Lo mismo pasa con la socialización en perros... es de cajón cuando lo ves.

Debemos empezar a enfocar el tema de la educación canina y felina desde otro punto de vista. Más que centrarnos en adaptar los animales a nosotros, creo que primero deberíamos adaptarnos nosotros, entenderlos bien, y en base a eso aplicar diferentes técnicas o prácticas para mejorar nuestra convivencia, sabiendo lo que hacemos.

Con la comprensión y la compasión llegaremos más lejos que con la imposición.

Quiero que tú y mucha otra gente entienda mejor a los animales y que las personas que no lo hacen, al menos los respeten como se merecen. Ya aguantan muchas barbaridades cada día y poco a poco pierden su propia personalidad como especie (a través de nuestra domesticación), para complacernos. La adaptación debería ser en ambas direcciones...

Si consigo que la gente no vuelva a maltratar a sus perros o gatos por desconocimiento, creo que dejaré un mundo mejor para las generaciones que vendrán. Con suerte, habrá menos animales como Pegui o Nina.

Si el dinero no fuera un problema, yo ayudaría a todos los que pudiera. Seguiría haciendo lo que he hecho hasta ahora, pero fulltime.

Hoy he decidido dejar a un lado mis debilidades y explicarte mi historia de forma cristalina. No es el único motor que me impulsa a escribir, pero ahora entiendes por qué defiendo de forma tan encarnizada a nuestras mascotas y por qué les tengo tanto cariño a las personas que las tratan bien.

Animals Academy

Quería aprovechar este artículo para hacer un pequeño apunte sobre mis blogs de etología.

Ya llevo mucho tiempo escribiendo artículos sobre animales. He estado en Animals Academy unos años y ahora se ha dividido en dos nuevos blogs, que quedan mucho más especializados y permiten a los tutores de perros o gatos tener recopilados los artículos para su mascota en concreto. Aquí los tienes:

Algunos de los viejos contenidos se están mejorando, ampliando y convirtiendo en libros. Para más información tienes mi Linktree.